El triunfo de la política. Por qué fracasó la Revolución de Reagan.

Primera Parte
1. La odisea de un ideólogo.
2. La epifanía del Nuevo Orden.
Segunda Parte
3. Blitzkried.
4. Atajos a la Revolución reaganiana.
5. Empieza la Contrarrevolución.
6. Victorias... y la hora histórica.
7. Nuevas lecciones: la política y el arte de quitar.
8. Colapso de la coalición Reagan.
9. Nuevas lecciones: el arte y la política de dar.
10. La resaca: últimas lecciones.
Tercera Parte
11. Las vísperas del Atlántic.
12. El presidente y el pony.

En esta crónica de primera manos. David Stovkman nos cuenta los errores de cálculo, los choques frontales, las manipulaciones secretas u los contubernios que han conducido al fracaso de la Revolución reaganiana, produciendo un déficit apabullante de un billón de dólares en vez del presupuesto equilibrado que el presidente había prometido al electorado norteamericano en 1984.
La revolución de Reagan empezó en 1980, a comienzos de la campaña presidencial con un acuerdo: el congresista Jack Kemp, miembro de un pequeño grupo de ideólogos de la economía de oferta, aceptada respaldar a Ronald Reagan para la nominación presidencial siempre y cuando éste se comprometiese con la revolucionara agenda de reformas económicas de dicho grupo. Era un programa que propugnaba audaces recortes de impuestos y drásticas reducciones en el gasto público y los programas de la administración, dejando intactos los gastos militares. Uno de sus arquitectos y su principal defensor fue David Stockman, más tarde nombrado director de la importantísima Oficina del Presupuesto.
Sin embargo, pese a la fuerza del mandato concedido al presidente Reagan por el voto popular, ese programa tropezó con dificultades cada vez mayores. Incluso los miembros del Congreso favorables en principio a la reducción del gasto empezaron a desertar cuando las medidas propuestas. Por fin, Stockman, el revolucionario, se vio forzado a aceptar la realidad de que sus teorías, tan convincentes sobre el papel, se fundaban en un profundo error de valoración en cuanto al funcionamiento del sistema político de su país.
Esta obra por la que desfilan personajes tan influyentes como Caspar Weinberger, Alexander Haig, Donald Regan a Edwin Meese, revela desde dentro lo que ocurre cuando un ideólogo radical, apoyado por los poderes de la presidencia, se lanza a un mundillo de rivalidades personalidades y de intereses creados, ignorando la tradición nacional estadounidense y la componenda. Al contar esa historia. David Stockman ha creado una obra sin precedentes.